Sindicalismo de clase frente a la discriminación salarial estructural que afecta a las mujeres

    En el Día Internacional por la Igualdad Salarial, 18 de Septiembre, CCOO manifiesta su compromiso y actuaciones en todos los escenarios para eliminar la desigualdad retributiva que afecta de manera estructural a las mujeres, que supone una forma de violencia económica y que les determina, a muchas de ellas, empobrecimiento y falta de autonomía, en el presente y en el futuro.

    18/09/2020.
    Sindicalismo de clase frente a la discriminación salarial estructural que afecta a las mujeres

    Sindicalismo de clase frente a la discriminación salarial estructural que afecta a las mujeres

    DESDE COMISIONES OBRERAS nos sumamos a la celebración del Día Internacional por la Igualdad Salarial que tiene lugar este año por primera vez tras la proclamación de la Asamblea de las Naciones Unidas el pasado 15 de noviembre. Queremos subrayar la importancia de atajar y suprimir esta brecha que afecta a la realidad material de las mujeres y que sirve de base para otras desigualdades, así como sus causas. Si la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres han sido reconocidos como objetivos de desarrollo de la Agenda 2030 (ODS 5), así como alcanzar el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres (ODS 8), conviene recordar que nada de esto puede lograrse mientras persistan las desigualdades salariales, que son consecuencia económica de distintas discriminaciones que tiene lugar en la sociedad y en el ámbito laboral. "Es indignante que, a día de hoy, las mujeres sigan cobrando menos por trabajos de igual valor. O que los trabajos feminizados sigan siendo los peor valorados económicamente. Nos felicitamos de que la ONU haya dado este paso al frente en esta lucha, que es mundial porque afecta a las mujeres de todos los países. Hay que poner todos los medios políticos, legislativos, educativos y también económicos para terminar con esta injusticia. Las sindicalistas llevamos décadas señalando este problema y poniendo nuestros esfuerzos y recursos al servicio de esta causa, que no es otra que la causa de la igualdad. Por supuesto, seguiremos haciéndolo", señala Elena Blasco Martín, secretaria confederal de Mujeres e Igualdad.

    Las cifras son incontestables y señalan la magnitud del problema: según datos de Naciones Unidas a las mujeres se les paga menos que a los hombres en todas las regiones y la brecha salarial está estimada en torno a un 23%. En España, según el estudio realizado por la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO, Igualdad retributiva, un derecho pendiente, en el año 2017 el salario medio era de 23.646 euros anuales, pero con una profunda brecha entre el salario medio de los hombres (26.392 euros) y el de las mujeres (20.608). Esta diferencia tiene que ver con barreras en el acceso al empleo que determinan carreras laborales discontinuas, segregación laboral horizontal de mujeres y hombres en diferentes sectores, los obstáculos que encuentran las trabajadoras para ascender hasta los puestos de mayor responsabilidad y mejor remunerados, la utilización de diversos tipos de contratos, las jornadas parciales, los complementos salariales, etc. Además, esta desigualdad salarial no solo tiene consecuencias en el presente inmediato de las mujeres, sino que incide en la cuantía de sus prestaciones futuras contribuyendo al fenómeno de la feminización de la pobreza.

    Como nos recuerda la secretaria confederal de mujeres e Igualdad, Elena Blasco Martín, “La lucha contra la brecha salarial es un eje central de la acción cotidiana de CCOO desde hace décadas. Analizamos, detectamos y actuamos para que se corrija desde los distintos escenarios, principalmente a través de la Negociación Colectiva. A este respecto es de valorar positivamente el Acuerdo del pasado 30 de julio sobre el registro salarial. Queremos que sea efectivo el derecho a la igualdad salarial por trabajos iguales o de igual valor, para lo que se requieren auditorías salariales y transparencia en los datos, información determinante para atajar la discriminación salarial mediante la negociación colectiva“.

    La proclamación del Día Internacional de Igualdad Salarial representa un estímulo y refuerzo a las políticas, medidas y acciones que se están desarrollando en nuestro país para erradicar la brecha salarial. Debido a ello se puede interpretar como un “apoyo eficaz” al 22 de Febrero, Día de la Igualdad Salarial en España, aprobado por Consejo de Ministros mediante el Acuerdo 26/2/2010, y al Día Europeo de la Igualdad Salarial, cuya celebración varía cada año en función de los datos que sobre la brecha salarial de género en la UE publica Eurostat.

    Se trata de un apoyo especialmente importante en el escenario actual, marcado por la pandemia de la COVID-19 que complica aún más si cabe esta situación y nos obliga a estar alerta ante el previsible incremento de las desigualdades, también en materia de género. Según la Coalición Internacional para la Igualdad Salarial (EPIC por sus siglas en inglés), dirigida por la OIT y ONU Mujeres entre otros, las repercusiones económicas a corto plazo de la COVID-19 afectaron especialmente a los sectores que dependen de la interacción física con los clientes, muchos de los cuales son grandes empleadores de mujeres. Como resultado, las mujeres han sufrido de manera desproporcionada la reducción de las horas de trabajo y la pérdida de empleos en todos los países del G-20 sobre los que se dispone de datos. Además, en los países en desarrollo, las mujeres son las trabajadoras más vulnerables de la economía informal, sin acceso a la protección social ni a los planes nacionales de estímulo.

    "Hay que defender los logros obtenidos y seguir avanzando en la agenda sindical feminista. La pandemia no puede ser una excusa para perpetuar y ahondar en las desigualdades, muy especialmente en materia salarial, y, desde luego, las mujeres, las trabajadoras, no vamos a pagar la factura de esta crisis. Queremos igualdad real y efectiva y la queremos ya", concluye Elena Blasco Martín.

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