Federaci贸n de Sanidad y Sectores Sociosanitarios | 24 octubre 2025.

28 de Mayo, por un Sistema Sanitario equitativo, sin discriminaciones, de calidad y con calidez humana

  • Art铆culo de la secretaria de la Mujer de la FSS-CCOO, Silvia Espinosa L贸pez.

28/05/2018.

Ser mujer en una organizaci贸n social todav铆a machista y androc茅ntrica supone un condicionamiento de la salud importante. Desde la FSS-CCOO, hoy, 'D铆a internacional de la Acci贸n por la Salud de las Mujeres', queremos hacer visibles algunas muestras de que tambi茅n en este importante 谩mbito existe discriminaci贸n por raz贸n de sexo, y que nuestro sistema sanitario sigue albergando muchas pr谩cticas sanitarias que discriminan a las mujeres.  
 
El mundo de la investigaci贸n se ha desarrollado hist贸ricamente centrando las investigaciones de enfermedades y medicamentos en el cuerpo del hombre, sin tener en cuenta que las diferencias fisiol贸gicas entre unos y otras va mucho m谩s all谩 del tema sexual y reproductivo y sin tener en cuenta los diferentes patrones de enfermar o reaccionar ante un f谩rmaco . Aunque en los 煤ltimos tiempos se ha avanzado en este aspecto, queda mucho camino por recorrer. En la actualidad s贸lo el 38% de las investigaciones m茅dicas incluyen la variante de sexo, y much铆simo menos la variante de g茅nero, as铆 mismo, en las facultades se siguen estudiando las enfermedades sin tener en cuenta la variante de g茅nero. Es imprescindible que las ciencias de la salud se desarrollen teniendo en cuenta las diferencias entre mujeres y hombres.
 
La violencia obst茅trica y ginecol贸gica est谩 definida por la OMS desde hace a帽os, algunos pa铆ses tienen leyes espec铆ficas (como Venezuela o Argentina), y consiste en el abuso de poder, la p茅rdida de autonom铆a y el maltrato en torno a las pr谩cticas sanitarias a la mujer, especialmente durante el embarazo y el parto. Por poner ejemplo de ello, nos podemos referir a las episotom铆as rutinarias y sistematizadas, las cuales se realizan en casi la mitad de los partos vaginales; las maniobras de Kristeller (que consiste en empujar el vientre de la parturienta con las manos), que est谩n desaconsejadas por la OMS y por la SEGO pero que se siguen usando (en un 26% de los partos vaginales); el gran 铆ndice de ces谩reas, muy por encima de lo aconsejado por la OMS, que entorpecen la recuperaci贸n de la mujer, encarecen la factura sanitaria y que muchas veces se practican dictadas por razones sociales y no m茅dicas.
Es un hecho indiscutible que la medicalizaci贸n de procesos naturales para la salud de los intereses de la gran industria farmac茅utica se ha cebado especialmente entre las mujeres. El paradigma de esta afirmaci贸n es la historia de la Terapia Hormonal sustitutiva en la menopausia (TH) que comenz贸 a aplicarse en los a帽os cincuenta, cuando s贸lo estaba compuesta por estr贸genos, y que produjo la primera oleada de c谩ncer de endometrio en los a帽os setenta. Ante este desenlace, apareci贸 otro f谩rmaco en el que se introdujo progest谩geno, combinaci贸n que promet铆a toda clase de bondades en la salud de mujeres menop谩usicas y sanas. En 1998 varios estudios (HERS y JAMA y Elisabeth Barrett-Connor) comienzan no solo a poner en duda los beneficios prometidos sino tambi茅n a plantear dudas contundentes sobre los riesgos, oy茅ndose las primeras voces que aconsejan s贸lo recetar la terapia a mujeres con problemas o sintomatolog铆a severa, hasta tener m谩s estudios.

Hasta 2002 y 2003, no se publican los resultados de los primeros estudios y ensayos cl铆nicos serios (Women's Health Inititive en EEUU y Millium Women Study en UK), que despu茅s de m谩s de 50 a帽os de prescripci贸n a millones de mujeres, concluyen que la HT incrementa los riesgos de c谩ncer de mama, c谩ncer de endometrio, enfermedad cardiovascular (infarto), ictus y tromboembolismo venoso. Por fin, en 2004, la Agencia Espa帽ola del Medicamento emite una informaci贸n dirigida a profesionales y a las mujeres en la que cuantifica los riesgos y limita la prescripci贸n "para el tratamiento a corto plazo de s铆ntomas de la menopausia que dificulten la actividad diaria, utilizando la dosis m谩s baja que resulte efectiva y durante el menor tiempo posible". Durante mediados de los a帽os noventa, se estima que el uso de estos f谩rmacos era del 50% de las mujeres menop谩usicas europeas, millones de personas sanas expuestas gravemente por "prevenir s铆ntomas" de una etapa natural en la mujer, que constituy贸 una verdadera epidemia. Hoy en d铆a todav铆a hay laboratorios que ignoran estas evidencias y siguen sembrando la duda, tanto en mujeres como en profesionales.

No es la 煤nica historia, hoy en d铆a la vacuna del papiloma humano tambi茅n constituye un buen ejemplo de f谩rmaco que se aplica a millones de ni帽as sanas sin estar lo suficientemente contrastado. El tiempo nos explicar谩 su historia, como nos ha explicado la de las TH, aunque hay ya muchos pa铆ses, como Jap贸n, que hace un tiempo que las retiraron del calendario de vacunas.  

La mala salud mental representa (seg煤n el Consejo General de  Colegios de Psicolog铆a de Espa帽a) la mitad de todos los problemas de salud de la poblaci贸n, siendo las mujeres mucho m谩s vulnerables. El malestar emocional y f铆sico que acarrean las jornadas agotadoras que comportan hacerse cargo de los trabajos productivos, la violencia de g茅nero en sus m煤ltiples formas, la discriminaci贸n en todos los 谩mbitos, la precariedad laboral...etc, encuentran como 煤nica respuesta ser las receptoras del 85% de los psicof谩rmacos que se prescriben en Espa帽a. Ese es el gran tap贸n, la gran barrera de contenci贸n, el gran parche que se pone por no abordar las razones reales de que las mujeres seamos las grandes frecuentadoras de los centros de atenci贸n primaria por problemas de angustias, depresiones, ansiedades...una soluci贸n que tiende a cronificar el problema, adem谩s de obstaculizar otros tipos de tratamientos.

El 谩mbito de la Atenci贸n Primaria es clave en la mejora de esta atenci贸n, pero para que cumpla su papel de prevenci贸n, detecci贸n y promoci贸n de la salud en general necesita recursos y empoderamiento. Mayor consciencia de los problemas de salud mental y malestar emocional; mayor apoyo a sus profesionales y mayor presencia de equipos de psicolog铆a cl铆nica; mayor tiempo de consulta y mayor formaci贸n continuada para detectar la violencia de g茅nero y reconducir hacia la salida de la situaci贸n... precisamente todo aquello que durante la crisis se ha ido recortando.

Desde la FSS-CCOO trabajamos cada d铆a por la igualdad de derechos y oportunidades de todas las personas, y por un sistema sanitario equitativo, libre de discriminaciones, de calidad y tambi茅n de calidez humana.

FACEBOOK

TWITTER