El Ministerio de Defensa autoriza que se pague 5 veces más al personal militar que al civil en el Hospital Gómez Ulla por su trabajo durante la pandemia

  • Defensa, organismo gubernamental del que depende este centro, ha penalizado también a sanitarias civiles con bajas por maternidad que no han recibido reconocimiento, a pesar de haber trabajado durante la pandemia
  • El hospital militar tiene una plantilla de 1500 profesionales civiles frente a 300 militares y un convenio con el SERMAS para dar cobertura asistencial a más de 100.000 vecinos de la Comunidad de Madrid

El Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles, ha autorizado que se pague cinco veces más al personal militar que al personal civil de la plantilla del Hospital General de la Defensa Gómez Ulla, por su trabajo durante la pandemia. Además, han penalizado sin recompensa a algunas trabajadoras sanitarias civiles por tener que coger la baja maternal coincidiendo con algunos meses del COVID, aunque había estado trabajando durante la mayor parte de Estado de Alarma.

05/02/2024.
Hospital Gomez Ulla

Hospital Gomez Ulla

CCOO Sanidad Madrid entiende que ha habido una arbitrariedad en el reparto de la bonificación en reconocimiento por la labor realizada durante el COVID, que discrimina claramente a los 1500 trabajadores civiles en régimen estatutario frente a los 300 profesionales militares que trabajan en el Hospital Gómez Ulla, por lo que reclama que se revisen de inmediato las gratificaciones.

La sección sindical de CCOO en el citado centro argumenta que todos los profesionales desarrollaron igual tiempo de trabajo e igual trabajo, en las mismas categorías -civiles o militares- durante la pandemia. Sin embargo, el montante económico no solo fue distinto, sino que además la diferencia es “escandalosa”. Además, profesionales que trabajaron durante la primera ola del COVID y que a posteriori estuvieron de baja maternal o incapacidad temporal unos meses, o bien no han percibido recompensa económica alguna o una cantidad ínfima que debería corresponder a dos años de gratificación.

Por el contrario, los celadores “administrativos” dependientes de Recursos Humanos (RRHH) y sin labor asistencial directa han cobrado el máximo de gratificación. Una figura que estableció la teniente coronel, Ruth Obregón, a la que un juez togado militar ha procesado (según publica un medio de comunicación) por dos delitos contra el patrimonio en el ámbito militar y extralimitación en el ejercicio del mando durante su etapa como jefa de Personal dentro del Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’. La Fiscalía pide dos años y ocho meses de cárcel contra ella y una condena económica de 104.013,43 euros por contratar durante seis años como celadora “administrativa” en el centro hospitalario a la profesora de inglés de su hijo.

Tampoco han cobrado la gratificación, profesionales que adquirieron la infección COVID durante su labor asistencial, valorados y certificados por el servicio de Salud Laboral, y en los en casos en los que la han obtenido ha sido también mucho menor. Lo mismo ha ocurrido con trabajadores y trabajadoras que desempeñaban su labor en la planta 22. Se trata de la planta de aislamiento con mayor riesgo biológico, allí se trató a pacientes con COVID con anterioridad al Estado de Alarma y se entrenó a otros profesionales del hospital sobre el uso de equipos de protección individual (EPI). Actualmente, se sigue atendiendo a pacientes contagiosos, pero todas estas circunstancias tampoco han servido para un justo reconocimiento, y también han sido discriminados.

Esenciales excluidos

Asimismo, han sido excluidos o discriminados los y las trabajadoras de servicios de vital importancia durante la pandemia. Muchos sufrieron sobrecarga laboral por un disparado incremento de la demanda asistencial, tales como los servicios de Urgencias o de Cuidados Intensivos. Sin embargo, algunos de los militares que no estuvieron en labores asistenciales directas con pacientes de COVID si han recibido altas bonificaciones.

Ante esto, la Sección Sindical de CCOO en el Hospital General de la Defensa Gómez Ulla han solicitado, en un escrito, que se abonen las cantidades acordadas según el tiempo trabajado, como se acordó con los sindicatos el pasado 23 de noviembre, “ya que corresponde a un criterio objetivo, bien definido y acorde al tiempo trabajado durante la pandemia, y no a cantidades sujetas a arbitrariedad por decisión de los jefes de servicio, así como un agravio comparativo y una discriminación con los funcionarios militares (de media reciben 2000 euros) que han percibido las más elevadas gratificaciones, incluso habiendo estado teletrabajando durante la pandemia.

El Ministerio de Defensa justifica el reparto de gratificaciones, señala como período objeto de valoración desde el 14 de marzo 2020 hasta 15 de marzo 2022, y argumenta que se ha considerado la cantidad del desempeño, la consecución de objetivos generales en relación con la pandemia y el compromiso organizacional, y que se han establecido tres niveles para el pago de las gratificaciones, previo informe motivado por la jefatura de servicio y conforme del director del hospital (en sendos casos militares).

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