Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO Madrid | 23 noviembre 2024.

Día de la visibilidad lésbica… no está de más

  • Cuando hablo de visibilidad lésbica con personas ajenas al colectivo, suele surgir la duda de porqué. ¿Por qué ese concepto en concreto, por qué tantas reivindicaciones específicas?
  • ¿No debería darse por reclamado el día del orgullo?

El arcoiris que conforma el colectivo LGTBI+ es muy amplio, mucho más que el tradicional sesgo binario en el que se ha cimentado la cultura global del hereropatriarcado. Romper con ese "orden establecido" es precisamente lo que ha posibilitado aumentar la gama de colores del arcoiris bajo el que nos sentimos representados en mayor o menor medida.

26/04/2023.
Día de la visibilidad lésbica… no está de más

Día de la visibilidad lésbica… no está de más

Cuando me cuestionan el porqué del que hablo más arriba y, sin poder dejar atrás el concepto binario del que antes hablaba, la respuesta más orgánica que a la mayoría nos sale es simple: Las lesbianas siempre han sufrido una doble discriminación, por ser lesbianas y por ser mujeres.

Puede que este argumento esté muy trillado, puede que se haya repetido tanto que haya terminado por ser una respuesta fácil, pero la realidad es que se trata de la gran puerta discriminatoria tras la que se esconden el resto de motivos por los que reivindicar un día así.

En términos generales, lo primero en lo que cimenta parte de su libertad un individuo es poseer cierta independencia. En el mundo, no sólo de hoy día, tener un grado de independencia personal pasa, nos guste o no, por poseer nuestro propio medio de sustento y no depender de nadie, conlleva tener capacidad autónoma a nivel económico.

Partiendo de esa base, quizá sea más fácil entender que era más difícil alcanzar esa independencia personal si eras mujer. No se trataba tan solo de tener la posibilidad de incorporarte al mercado laboral si no procedías de una familia acomodada, básicamente porque el papel de la mujer se reducía a los cuidados familiares y a la procreación, sino porque la propia legislación vigente, hasta hace no tanto, impedía ese concepto si no venía de la mano de una autorización por parte de la figura masculina que la custodiase. No es difícil entender entonces la relación que existe entre este hecho, la dificultad para ser independiente económicamente, y la dificultad que encontraban muchas mujeres a la hora de vivir su sexualidad libremente, más aún si se trababa de hacerlo junto a otra mujer.

Evidentemente, no es el único hecho que ha afectado a la invisibilización del lesbianismo. La influencia religiosa considerando a la mujer un ser cuasi virginal, cuyo fin último era la procreación, carente de apetito sexual, sigue siendo una etiqueta cultural demasiado pesada. Aquellas mujeres que hablaban con cierta libertad sobre sus deseos eran consideradas pecadoras, una tentación diabólica… imaginad entonces el concepto que arrastraba una relación lésbica. Como decía Mecano en aquel maravilloso tema llamado Mujer contra mujer: “... lo disfrazan de amistad, cuando sale a pasear por la ciudad…”.

El lesbianismo ha estado siempre cargado de tópicos, de tópicos absurdos que iban de la mano de la invisibilización de la propia mujer en muchos aspectos de la vida. De la falta de independencia económica y personal, de ser concebida casi como un ser asexual, de no tener sentido su existencia sin establecer como objetivo final la constitución de una familia como madre y cuidadora. Pero también de la invisibilización en la vida pública, de la falta de referentes mujeres dentro del colectivo durante demasiado tiempo. La cara visible del colectivo siempre venía de la mano de peluqueros, cantantes, diseñadores que copaban

páginas del papel maché como algo divertido y excéntrico, pocos empresarios, políticos, deportistas… no encajaban en el papel, imaginad visibilizar como exponente a una mujer.

Afortunadamente, de la mano de movimientos como el Feminismo, se ha reivindicado no sólo el papel de la mujer en un estatus de igualdad de condiciones con respecto al hombre en su desarrollo como individuo, sino que cada vez son más las mujeres lesbianas que han hablado abiertamente de su sexualidad. Mujeres famosas, empresarias con cargos de responsabilidad que visibilizaban no solo a mujeres que habían llegado ahí, sino que se convertían en referentes dentro del arcoiris LGTBI+, abriendo un camino que siempre existió pero que no figuraba en ningún mapa. Se han hecho visibles, rompiendo de un plumazo aquellas etiquetas que impedían vivir en libertad algo tan humano como su propia sexualidad y la forma en la que decidían establecer relaciones personales, sean de la índole que sea, sea con quien sea.

Aún así, sigue siendo necesario reivindicar el proceso hasta llegar a dar este pequeño paso, porque son necesarios muchos más. No todas las mujeres viven en un contexto donde se respetan derechos que deberían serle inherentes como ser humano, no está de más recordar el camino andado para entender cuánto queda por recorrer a aquellos y aquellas que creen que ya está todo hecho, la importancia que tiene encontrar referentes positivos en todos los campos, también en este. No está de más quitar una y otra vez el velo de lo impúdico a personas que, libremente, deciden ser lo que quieran ser, sin necesidad de maquillarlo de etiquetas amistosas ni de sexualizarlo para complacer a los de siempre. No está de más verlo, mirarlo, normalizarlo como lo que siempre fue, algo normal y, que aquellas que se pregunten en qué puede afectar a su vida sentir asi, a su trabajo, a su relación con los demás, encuentren referentes que les hagan sentir, simplemente, una pieza más de un mundo donde caben todas las emociones posibles, las que siempre hemos asimilado como normales y aquellas que se tapaban solapando la propia libertad personal.

Asunción Castro, Secretaria de Mujeres del Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Córdoba

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