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Según la memoria de 2019 -la última publicada por el SERMAS- en ese año, estos profesionales médicos a los que no se les reconoce la especialidad, intervinieron en la atención de 4.751.861 casos (3.513.602 en hospitales, 462.870 a través del SUMMA112 y en 775.389 en los SUAP y Centro de Urgencias Extrahospitalarias (CUE) situado en el Molar, y que solucionaron un 80% de los casos in situ sin necesidad de traslado al hospital, el año antes de ser clausurados por el Gobierno regional.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Medicina de Urgencias y Emergencias, CCOO Sanidad Madrid quiere reivindicar la demanda histórica de este colectivo de profesionales que no tienen reconocida su especialidad y como consecuencia de ello no disponen de una formación reglada.
En la Comunidad de Madrid los servicios de Urgencias y Emergencias ya soportaban, antes de la pandemia, uno de los mayores volúmenes de presión asistencial en la Sanidad Pública, pero también en el sector de la Sanidad Privada.
La no existencia de especialidad hace que la oferta de médicos para un trabajo que requiere presencia 365 horas al año, 24 horas y un ritmo de trabajo frenético, sea muy escasa y las condiciones laborales de las más precarias del sector, con índices de temporalidad muy elevados.
En Madrid, hay un 86 por ciento de temporalidad entre los facultativos de Urgencias Hospitalarias. Sobre una plantilla de 677 médicos contratados hasta abril de 2021(Portal RRHH SERMAS): 94 eran fijos, 374 interinos y 209 eventuales. La temporalidad baja a un 32% en el SUMMA 112, en la misma fecha, que figura con una plantilla de 499 médicos; de los que 336 son fijos, 155 interinos y 8 eventuales.
En la actualidad, estos profesionales proceden de especialidades médicas tan dispares como Anestesiología y Reanimación o Dermatología, aunque principalmente las Urgencias y Emergencias se nutren de Medicina de Familia, Medicina Interna o Medicina Intensiva.
Entre un infarto y un parto
Su formación no está reglada porque el trabajo de un urgenciólogo/a es transversal y debería realizar su especialización como Médico Residente (MIR) en varios servicios y especialidades, con el fin de aprender a afrontar a la variedad de pacientes y patologías con las que se encuentran a diario en su trabajo.
Estos profesionales se enfrentan durante 365 días al año, en jornadas continuadas de hasta 24 horas, con situaciones que requieren desde conocimientos de ginecología, obstetricia y pediatría -un parto- hasta un accidente cardiovascular, un politrauma, una gripe, una erupción cutánea o una enfermedad infecto-contagiosa. En Urgencias de Primaria más de un 12% de casos atendidos (2019) fueron psiquiátricos. El desarrollo de su medicina no solo es multifuncional sino que además su calidad asistencial estaría mucho más reforzada con una formación reglada, según aseguran médicos y delegados de CCOO que llevan años en Urgencias y han obtenido su formación especializada con la práctica asistencial.