CCOO denuncia que el Zendal no puede admitir más pacientes para rehabilitación porque no hay personal ni material suficiente para atenderlos

  • Los terapeutas ocupacionales se llevan patinetes y utensilios de su propiedad para trabajar con los pacientes porque no tienen recursos materiales
  • El hospital ‘milagro’ de Ayuso al que ha destinado casi 2 millones de euros en mantenimiento para los próximos dos años, tiene 77 pacientes con COVID y 40 pacientes en rehabilitación

Las terapeutas ocupacionales del Hospital Enfermera Isabel Zendal no pueden asumir más pacientes para rehabilitación porque solo son dos para afrontar la rehabilitación de 40 pacientes, alguno de ellos lleva hasta 8 meses ingresado. Tampoco dispone de los recursos materiales adecuados para trabajar en su recuperación, y tienen que recurrir a su imaginación para recuperar a los pacientes. CCOO Sanidad Madrid denuncia que la plantilla actual de seis fisioterapeutas y dos terapeutas ocupacionales no es suficiente para asumir la carga de trabajo existente.

24/02/2023.
Sin agua fría en plena ola de calor los trabajadores del SUMMA112 del Zendal

Sin agua fría en plena ola de calor los trabajadores del SUMMA112 del Zendal

De hecho, el propio centro ha limitado la actividad a 40 pacientes con daño neurológico de miembros superiores -que son los que hay en estos momentos- rechazan al resto de los pacientes derivados de otros hospitales para rehabilitación y no admiten a pacientes amputados, por falta de recursos.

No sólo hay falta de personal en el Zendal, un hospital cuya construcción supuso un desembolso de más de 180 millones de euros –tres veces más de lo previsto-, donde se adjudicó el catering a una empresa por 3 millones de euros anuales, y para cuyo mantenimiento –en los próximos dos años- acaba de aprobar y consignar la Consejería de Sanidad un total de 1.977.383 euros. CCOO ha podido comprobar que los terapeutas ocupacionales tienen que llevarse de casa o comprar con su dinero “patinetes, cubos, pelotas,…” y otros utensilios necesarios para llevar a cabo los ejercicios de rehabilitación con los pacientes.

CCOO consideró, desde su origen, que no hacía falta este centro si se hubiera puesto en marcha la Torre 4 del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, rehabilitado el antiguo Hospital Puerta de Hierro y contratado personal para abrir las camas que se cerraron en los hospitales del SERMAS en la última década. Una vez construido, CCOO pidió que ya que se había invertido esa cantidad de fondos públicos, el centro tenía que tener plantilla propia y actividad para, al menos, rentabilizar la inversión.

Las listas de espera que publica el portal de la Consejería de Sanidad cifra en más de medio millón de madrileños y madrileñas las que esperaban consultas especializadas en enero de 2023. En esta estadística están incluidas las consultas de los médicos del Servicio de Rehabilitación, pero no las de la Fisioterapia y Terapia Ocupacional que en algunos hospitales de Madrid llegan hasta los dos años de espera.

Prácticamente vacío

El resto del centro continúa prácticamente vacío. La actividad se reduce al pabellón 1 con cinco controles de enfermería abiertos. En cuatro de los cinco controles se atiende a un total de 72 pacientes (18 por control), y en el quinto control había (23 de febrero 2023) cinco pacientes. Cada control está atendido por dos enfermeras/os y tres técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAEs) que se ven obligados a doblar turnos cuando se produce alguna incidencia, por la falta de personal.

En el Pabellón 3 sólo hay actividad de vacunación frente al COVID, con dos puestos de enfermería y una sala de recuperación. La media de vacunación diaria es de 60 vacunas.

A juicio de CCOO, no es de recibo que se destinen millones de dinero público al mantenimiento de un hospital sin apenas rendimiento, que no se dote de personal y contenido necesario a un centro en el que se prometía una capacidad de 1.000 camas, y que se detraiga personal de las plantillas de otros hospitales muchos de ellos saturados por la escasez de camas para hospitalización, con listas de espera disparadas o sin inversión en infraestructuras, entre otras deficiencias.

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