La plantilla de la Funeraria Municipal de Madrid denuncia la ‘nefasta’ gestión del Gobierno de Martínez Almeida durante la pandemia

  • Advierten de que deja los servicios funerarios de la capital en la ‘cuneta’ sin plan de contingencia ante un nuevo brote
  • Anuncia movilizaciones para otoño, incluida la convocatoria de huelga

15/07/2020.
Tanatorio Municipal

Tanatorio Municipal

La plantilla de la Funeraria Municipal de Madrid considera “nefasta” la gestión realizada por el Ayuntamiento de la capital en la empresa durante la pandemia. Y advierte de que las morgues improvisadas, las incineraciones de madrileñ@s a cientos de kilómetros de su ciudad y los retrasos inaceptables para enterrar a familiares se repetirán si se produjera un rebrote, porque el Gobierno de Martínez Almeida no tiene previsto un plan de contingencia.

Ante esta situación, los trabajadores y trabajadoras han anunciado movilizaciones para el mes de septiembre, incluida la convocatoria de huelga, si no se adoptan las medidas urgentes que el Comité de Empresa viene exigiendo desde el mes de marzo: la elaboración de un plan de contingencia que, además de subsanar las deficiencias detectadas, optimice la utilización de los recursos materiales públicos; que garantice los medios suficientes y adecuados de protección para el personal; la estabilidad en el empleo; y el refuerzo de la plantilla con las contrataciones temporales necesarias.

La semana pasada, la representación de los trabajadores trasladaron a la presidenta de la Funeraria Municipal y portavoz del Gobierno de Madrid, Mª Inmaculada Sanz Otero, su disconformidad con lo que consideran una ‘nefasta gestión’ llevada a cabo por la Gerencia de la empresa. Una gestión que, a juicio de la plantilla, ha estado presidida por “la improvisación y dirigida a favorecer los intereses económicos de sectores privados”, por lo que exigieron cambios inmediatos.

Para Manuel Carmona, presidente del Comité de Empresa y del sindicato CCOO -mayoritario en la funeraria-, “hemos tenido que afrontar esta situación sin contar con los suficientes medios humanos propios y debidamente formados, por la carencia crónica de personal debido a la permanente política de amortización llevada a cabo por la Dirección y de la que era conocedora la presidenta de la empresa”.

“No se ha querido disponer”, según Carmona, “de toda la capacidad operativa de la empresa pública y, ante nuevos brotes, Madrid no puede ni necesita volver a hacer uso de morgues improvisadas, incineraciones a cientos de kilómetros y retrasos inaceptables para los familiares”.

L@s trabajador@s están decepcionados con el Gobierno municipal y los gestores de la empresa pública, por cómo acreditan los datos y por la pérdida consolidada en la cuota de servicios prestados desde el ámbito público. Además consideran ofensivo que el reconocimiento oficial a la labor prestada, durante los peores momentos de la pandemia, no se haya traducido en un compromiso político, dentro del documento de los Acuerdos de la Villa, para consolidar la titularidad municipal de la empresa, como mejor garantía de un servicio público dirigido a la ciudadanía en general y no al cliente en particular.

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