CCOO denuncia que las medidas tomadas en las residencias de mayores de Madrid son insuficientes y no evidencian una mejora

  • Recuerda que lleva años denunciando la precarización de un servicio donde empresas y Administración han cedido al negocio por encima de residentes y trabajadores/as
  • Antes de que el COVID19 se cebara con residencias, las empresas y sus servicios de prevención negaban su existencia o lo evaluaban como “tolerable”

10/04/2020.

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CCOO Sanidad Madrid asegura que las medidas que se han tomado en la Comunidad de Madrid para frenar la situación dramática que viven residentes y plantillas de cuidadores/as en las residencias de mayores de la región “son insuficientes y no evidencian una mejora”. Recuerda que responsables empresariales y políticos evaluaron como “tolerable” el riesgo y tacharon de “alarmista” la petición de CCOO que solicitó equipos de protección para las plantillas, con el fin de evitar que se extendieran los contagios y con ellos los fallecimientos de residentes y las bajas de personal.

A juicio de CCOO, el personal de las residencias de mayores no solo ha puesto su vida y la de sus familiares en riesgo, además “han sido testigos de cómo sus residentes fallecían en la más absoluta soledad, con la impotencia de no poder hacer nada y viendo que quién podía hacerlo no lo hacía”.

Transcurrido un mes del inicio de esta crisis sanitaria, nos encontramos con más de 4000 fallecidos en las residencias y más del 50% de las plantillas de baja por contagio. Las medidas tomadas son “insuficientes”, no se consigue frenar el incremento de fallecimientos ni de contagios y “ahora no solo está en riesgo la vida de los contagiados, sino también del resto que no puede recibir los cuidados esenciales, como una correcta alimentación o aseo por la grave falta de personal”. CCOO ha verificado que los test para validar los posibles contagios no se están haciendo de forma masiva y que, de momento, solo se están realizando en algunas residencias intervenidas.

El sindicato insiste en que las medidas tomadas para este sector “no han sido ni son las adecuadas, y siempre llegan tarde”. Defiende que “a pesar de la carga física y psicológica a la que están sometidos/as, siguen en su día a día intentando dar la mayor dignidad posible a los residentes”. Ni siquiera en las residencias intervenidas por la Comunidad de Madrid se han producido cambios significativos, solo han servido para que aparezcan personas que, a menudo, no conocen el sector y no aportan ninguna medida que mejore la situación: “Mientras el contador sigue subiendo”.

Años de negocio

CCOO lleva años denunciando el “negocio” en que se han convertido las residencias de mayores en Madrid. La Administración ha sido “conocedora y consentidora” de unas condiciones de trabajo que han permitido un continuo deterioro de la situación. De esta forma el sector se ha ido precarizando, priorizando el beneficio en detrimento de la calidad, y obviando que se trata de la atención a nuestros mayores, los más vulnerables.

Hoy en día nos encontramos con un sector que presenta unas plantillas insuficientes para un trabajo que solo la alta profesionalidad del personal mantiene a costa de su salud, y con unas ratios de residentes por profesional que generan una sobrecarga continua a los trabajadores/as. Las plantillas con un alto grado de feminización (cercano hasta al 90% en muchos centros) accede a su puesto de trabajo con patologías generadas por un ritmo agobiante de trabajo. Esta presión provoca además la automedicación para poder realizar un trabajo que agudiza sus patologías de carácter musculoesquelético y psicosocial fundamentalmente.

Antes de que llegara el virus

Antes de que el COVID19 llegara a las residencias, CCOO Sanidad Madrid pidió a las Direcciones de

los centros que se tomasen medidas preventivas para impedir la entrada del virus, ante las noticias referentes a la incidencia y mortalidad en personas de avanzada edad que llegaban del Wuham (China). “Se nos tachó de alarmistas”, aseguran, tanto por parte de las empresas como por parte de los responsables de la Comunidad de Madrid que administran las residencias concertadas.

Antes de ello, “exigimos que se evaluara el riesgo de tipo biológico por contagio pero no se hizo. Las empresas y los propios servicios de prevención que debían encargarse de valorarlo negaban su existencia o lo evaluaban como tolerable”, subrayan.

Cuando empezaron los primeros contagios y ante la actitud pasiva de los responsables de los centros (las residencias), CCOO exigió equipos de protección (EPI) para todos los trabajadores/as sanitarios y no sanitarios, así como otras medidas que evitaran la propagación y el contagio. Entre otras reclamaron el lavado de uniformes en los centros y medidas higiénicas de base para minimizar el riesgo. Sin embargo, los trabajadores/as se tenían que hacer mascarillas de tela o se les facilitaba un mascarilla quirúrgica, cuando hubiera sido necesaria una más específica autofiltrante (FFP2). En la mayoría de los casos “se les indicaba que no se las pusieran para no asustar a los residentes”, relatan los cuidadores/as.

Tampoco se consideraba necesaria la realización de pruebas diagnósticas (PCR) ni a usuarios ni a trabajadores/as, lo que hubiera impedido en gran medida la rápida propagación del virus, dando idea de la magnitud del problema para tomar las decisiones que “habrían parado la sangría de fallecimientos de residentes, de contagios, y bajas entre los trabajadores/as”, considera CCOO.

Falta de EPI y presiones

Y mientras, los trabajadores/as que ya venían de una situación precaria y que fueron los primeros en denunciar lo que estaba pasando, han aumentado su sobrecarga de trabajo motivada por los ratios vergonzosos marcados por la Comunidad de Madrid y por tener que asumir el trabajo de las compañeras que se han contagiado por no tener los equipos de protección adecuados.

Todo ello sin contar con “las presiones que han recibido por parte de las Direcciones de sus centros para que se reincorporaran a sus puestos de trabajos, a pesar de no estar recuperados, apelando a su sentido de la responsabilidad y el afecto a los residentes”.

CCOO exige, una vez más:

PCR a residentes y trabajadores, que nos permitan de una forma rápida clasificar los casos positivos y frenar el contagio, una vez conocida hasta donde llega el mismo.EPIS adecuados para todos los profesionales, y de todas las categorías, de forma que se garantice la seguridad de residentes y trabajadores.Refuerzo de las plantillas de personal sanitario y no sanitario que asegure los cuidados indispensables para una atención de calidad.Intervenciones e inspecciones en residencias que avalen en cada centro la calidad de la atención de los residentes.

Y reclama una mayor implicación por parte de todas las autoridades y una intervención real en las residencias que determine si objetivamente cada centro puede seguir asegurando el cuidado de nuestros mayores con dignidad. “No se puede seguir mirando para otro lado, solo con medidas tomadas de cara a la opinión pública”.

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