Resolución para el Ejecutivo EPSU de los días 7 y 8 de abril de 2021 Por una UE que defienda lo público en favor de los ciudadanos

  • Propuesta por FSS- CCOO, FSC-CCOO, UGT FeSP, CGT Santé, CGT des Services Publics, FPCGIL, CISL FP, UIL FPL, UILPA

El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNR) es un reto importante para toda Europa. Por primera vez en mucho tiempo, debido a una pandemia que ha devastado el mundo entero, la Unión Europea, con la puesta en marcha del Fondo de Recuperación, se ha redescubierto como Comunidad para hacer frente a la crisis más grave de los últimos 100 años. 

08/04/2021.

En este contexto, se pide a Europa en su conjunto y a la política europea que preste la atención necesaria a un proyecto de reconstrucción social y económica marcado por una visión amplia, basada en el futuro y en una mayor equidad, en la innovación, en la reconversión de las actividades productivas con una fuerte inversión en investigación, en la digitalización y en la innovación organizativa de las actividades de la administración pública, así como en la reconstrucción de un sistema Social y Sanitario público universal más cercano a la ciudadanía. 

La crisis ha puesto de manifiesto muchas dimensiones de la desigualdad que la generan y que deben ser superadas. 

En particular, no hay que olvidar que en esta crisis la factura más pesada, no sólo social sino también económica, la han pagado las mujeres, que representan el 76% del total de personas empleadas en el sector sanitario, uno de los más expuestos a Covid-19. Además, las mujeres están sobrerrepresentadas en los servicios esenciales que permanecieron abiertos durante la pandemia, desde las ventas hasta el cuidado de los niños. (En la UE, las mujeres representan el 82% de todos los trabajadores de caja y el 95% de los empleados en el trabajo doméstico y de cuidados). Las mujeres también predominan en el trabajo no presencial. El impacto de Covid-19 en las mujeres es claro y toma la misma dirección en todo el mundo. Hay que evitar que un año después del brote de coronavirus estas repercusiones sociales y económicas puedan desencadenar impactos a largo plazo sobre la igualdad de género. 

 

La pandemia ha hecho evidente lo que hasta ayer era sólo una denuncia: si no se invierte en el sistema público, la sociedad y la economía están más expuestas al riesgo. Cambiar el ritmo significa evaluar no sólo cuánto se gasta en el sistema de servicios públicos, sino también la calidad del gasto y cómo se realizan las inversiones, superando por fin la época de los recortes lineales y la austeridad, considerando el servicio público como la herramienta para generar valor económico y social. Por ello, hay que invertir en la modernización y en la formación profesional para que las administraciones públicas puedan responder a la demanda de las personas usuarias poniendo a las trabajadoras y los trabajadores en condiciones de seguridad, estabilidad y bienestar organizativo. Si se valora el servicio público como elemento en el que se basa la ciudadanía a través de la garantía de los derechos universales, y si se invierte en empleo y recursos, se podrá conseguir el cambio necesario en los servicios públicos que haga de lo público una palanca productiva y eficaz en la satisfacción de las necesidades de la comunidad, reforzando las redes territoriales de servicios para una mayor cohesión y eficacia social. 

El Fondo de Recuperación representa, por tanto, una gran oportunidad para relanzar y modernizar el sector público, con un enfoque en la igualdad de género, y convertirlo en la principal herramienta para combatir los efectos de la crisis económica, social, sanitaria y ecológica y las desigualdades sociales y económicas. Por estas razones, creemos, para reafirmar los valores fundacionales y universales de la Unión, que los recursos del Fondo de Recuperación en la UE deben garantizar una inversión sustancial para hacer efectivos los derechos garantizados por el servicio público. Para ello, es necesario modernizar las administraciones públicas y ponerlas al día, con un proceso de digitalización, pero también con una gran campaña de contratación que recupere el empleo público perdido, incluso mediante el apoyo al empleo juvenil y la estabilización del empleo precario, garantice un empleo estable y ya no precario, que pueda garantizar la eficiencia del servicio en todos los sectores y que haga atractivo el sector público para la contratación de nuevo personal. 

 

La pandemia ha puesto de manifiesto muchas carencias: partiendo de la atención primaria, que debe reconstruirse para dar respuestas inmediatas a las necesidades sanitarias de la ciudadanía; los servicios locales que ofrecen una red de asistencia en el territorio y que deben implementarse en este momento de grave crisis en el que la pobreza ha tocado a muchos ciudadanas y ciudadanos europeos; las administraciones centrales deben implementarse con un proceso de transformación que lleve a la modernización de los sistemas. 

El Fondo de Recuperación es una gran oportunidad para invertir en lo público, y garantizar mejores servicios a los ciudadanos, pero la pandemia debe dejar una fuerte lección que la UE no debe olvidar. 

No hay vuelta atrás, la UE de la austeridad y el pacto fiscal ya no puede volver, el sufrimiento y las batallas en primera línea de todos los trabajadores públicos europeos deben recordarnos que las personas están por encima de los presupuestos y los beneficios y que la UE no se basa en el equilibrio financiero sino en la Carta de los Derechos Fundamentales. En el próximo repunte, que todos creemos que será rápido y próximo, debemos contar con una campaña de vacunación universal que supere las divisiones entre estados y detenga la pandemia de una vez por todas. Como representantes de los trabajadores debemos luchar para que todos los pueblos, ciudadanos, trabajadores, comunidades y nuestro planeta tengan prioridad sobre los beneficios de unos pocos.

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