Los sindicatos europeos abordan la protección legal del salario mínimo justo y la negociación colectiva

    La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO), representada por su secretaria de Internacional Yolanda Gil Alonso, ha participado en el grupo de trabajo convocado para discutir la segunda etapa de consultas de la Comisión Europea sobre salarios mínimos justos y el primer borrador de la respuesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Un grupo integrado por 29 participantes de las filiales de EPSU en 15 países.

    25/06/2020.
    Yolanda Gil, sectrearia Internacional FSS-CCOO.

    Yolanda Gil, sectrearia Internacional FSS-CCOO.

    Desde la EPSU se destacó como principales preocupaciones el garantizar que el sector público esté cubierto por la legislación y la importancia de prevenir cualquier tipo de congelación de la negociación colectiva en el sector público, como si ocurrió tras la última crisis.

    En el caso de los salarios mínimos, la CES busca una legislación que establezca un umbral mínimo por debajo del cual el salario mínimo no puede caer. Esto se basaría en una doble prueba - no por debajo del 60% del salario medio y el 50% de la media. La combinación de estos dos puntos de referencia se realizó para abordar el impacto de la diferente distribución de los salarios en los distintos países.


    Los salarios mínimos también tenían que cubrir a todos los trabajadores sin deducciones. También sería importante garantizar una vigilancia y una aplicación de la ley fuertes y eficaces.


    Para lograr salarios mínimos decentes, la CES subraya el papel esencial de la negociación colectiva y la necesidad de ampliar y reforzar la cobertura en los países en que ésta es inferior al 70% con garantías por el derecho a negociar y a organizar a los trabajadores y las trabajadoras.
    La CES propone una serie de líneas rojas en cualquier legislación, una de las cuales sería que ningún estado miembro sin un salario mínimo legal, a partir del 1 de enero de 2021 deberán introducirlo.

    Un debate que giró además alrededor de, entre otras cuestiones, cómo abordar el problema de la adecuación de la remuneración de los trabajadores a tiempo parcial y las cuestiones que surgen de los nuevos formas de trabajo, como el teletrabajo, después de la pandemia; la posibilidad de abordar las diferencias de remuneración entre los géneros; y la necesidad de apoyar a los sindicatos y el derecho a la negociación en particular si la Comisión continúa presionando para reformas estructurales.

    Desde la CES se aclaró que la legislación debería ser redactada de tal manera que la UE tenga que actuar cuando haya problemas con la negociación colectiva aunque no podrá interferir donde funciona bien. Asimismo, se concluyó que cualquier iniciativa sobre el tiempo de trabajo y/o nuevas formas de trabajo podría abordarse mejor a través de otra legislación, incluida la posible actualización del acuerdo de teletrabajo.

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